A días de abandonar su cargo en la Casa Blanca, el empresario multimillonario mostró las diferencias
Elon Musk arremetió el martes contra el proyecto de ley republicano de gran alcance destinado a implementar la agenda de política interior del presidente Donald Trump. Musk publicó en X que la iniciativa era una “abominación repugnante” y dijo a los miembros del Congreso que votaron a favor: “saben que se equivocaron”.
El multimillonario tecnológico criticó el proyecto de ley, una de las principales prioridades de Trump, en una serie de unas 10 publicaciones. En ellas, Musk republicó comentarios de legisladores como los senadores Rand Paul, por Kentucky, y Mike Lee, por Utah, dos republicanos que se habían alineado con él para oponerse al creciente déficit estadounidense.
“Lo siento, pero ya no aguanto más”, escribió Musk en X. Calificó al proyecto de ley de política interior de “descomunal, inaceptable y lleno de favoritismo”, y añadió que “aumentaría enormemente el ya gigantesco déficit presupuestario” y que “el Congreso está llevando a Estados Unidos a la bancarrota”.
No se refirió a ningún miembro del Congreso en específico, pero insinuó que podría apoyar los esfuerzos para destituir a quienes respaldaron el proyecto de ley en las elecciones de 2026. “En noviembre del año que viene, despediremos a todos los políticos que traicionaron al pueblo estadounidense”, escribió.
El bombardeo de publicaciones puso de manifiesto un distanciamiento cada vez mayor entre Musk y Trump, a medida que el magnate de la tecnología pone fin a su función gubernamental al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Aunque ambos han profesado públicamente su admiración mutua, la partida de Musk de Washington parece haberlo liberado de presentar un frente unido a la Casa Blanca.
En cambio, ha vuelto a ejercer su impredecible influencia política a través de X, la plataforma de medios sociales de la que es propietario. En diciembre, antes de la toma de posesión de Trump, Musk dilapidó un proyecto de ley de gastos bipartidista con una avalancha de publicaciones en X, incluida una amenaza de encontrar contrincantes en las primarias para los republicanos que apoyaran el proyecto. En marzo, intentó influir sin éxito en el resultado de una elección judicial en Wisconsin con una miríada de publicaciones a favor del candidato conservador.
Ahora, sin ataduras de lealtad a la línea del partido de Trump, Musk puede volver a fomentar el caos con su feed de X.
Musk, de 53 años, a menudo ha criticado la legislación, las agencias y otros organismos que van en contra de sus intereses y los de sus empresas, entre las que se encuentran el fabricante de automóviles eléctricos Tesla y la compañía de cohetes SpaceX. En su forma actual, el proyecto de ley de política interior de Trump pondría fin a las subvenciones y los créditos fiscales destinados a estimular a los consumidores a comprar vehículos eléctricos, lo que tendría impacto en Tesla.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó de “muy decepcionantes” las críticas de Musk al proyecto de ley de política interior. Dijo a los periodistas en el Capitolio que ambos hablaron el lunes y que Musk “parecía comprender” las virtudes de la legislación.
Las publicaciones de Musk tomaron desprevenidos a la Casa Blanca y al presidente, dijo una persona con conocimiento de la situación, pero aún no está claro si Trump responderá al ataque.
“El presidente ya sabe cuál es la postura de Elon Musk ante esta ley”, dijo Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca. “Eso no cambia la opinión del presidente. Es un proyecto de ley grande y hermoso, y él se mantiene firme en su postura”.
Un representante de Musk no respondió a las peticiones de comentarios.
Trump ha instado a que se apruebe rápidamente la ley —denominada oficialmente One Big, Beautiful Bill Act (Un gran y bello proyecto de ley, en español)—, que recortaría drásticamente los impuestos, proporcionando el mayor ahorro a los ricos, y destinaría más dinero al ejército y a la aplicación de la lucha contra la migración. Tal como está redactada, la ley recortaría programas de salud, nutrición, educación y energía limpia para cubrir parte del costo.
Los funcionarios de la Casa Blanca y Johnson han afirmado que el proyecto de ley reduciría la deuda nacional, aunque la Oficina Presupuestaria del Congreso y varios analistas independientes han estimado que el proyecto de ley aumentaría el déficit federal en más de 1 billón de dólares, incluso al tener en cuenta el crecimiento económico.
Musk publicó sus críticas en un momento crucial para el proyecto de ley, que fue aprobado por la Cámara el 22 de mayo ante una fuerte campaña de presión de Trump. Mientras Johnson acorralaba a varias facciones republicanas rivales, el presidente convocó a los recalcitrantes a la Casa Blanca, y su personal comparó la oposición republicana al proyecto de ley con “la traición definitiva”.
Pero los senadores republicanos ya han dejado claro que piensan introducir cambios en el proyecto de ley. Los conservadores fiscales, alarmados por las estimaciones de que aumentaría la deuda nacional, han exigido más cambios y recortes a Medicaid y otros programas que podrían ayudar a frenar el déficit. Trump ha advertido a los republicanos que no se metan con Medicaid, un programa del que dependen muchos de sus partidarios.
Musk empezó a criticar públicamente el proyecto de ley de Trump la semana pasada, al decir en el programa Sunday Morning de CBS News que estaba decepcionado por el tamaño de la legislación y su impacto en el déficit.
Personas cercanas a las negociaciones en el Congreso dijeron que Musk estaba decepcionado por el hecho de que los republicanos eliminaran las subvenciones a los vehículos eléctricos, según dos personas familiarizadas con las negociaciones.
“Sé que eso afecta a su negocio, y lo lamento”, dijo Johnson. Pero añadió que no creía que el gobierno debiera subvencionar la transición a los coches eléctricos.
En una ruptura pública anterior con el gobierno, Musk tachó al principal asesor comercial del presidente, Peter Navarro, de “imbécil” y “más tonto que un saco de ladrillos” en una serie de publicaciones en X en abril. Los ejecutivos de Tesla dijeron que Musk, quien se abstuvo de criticar directamente a Trump, pareció no darse cuenta de inmediato del impacto que los aranceles del gobierno podrían tener en el fabricante de automóviles.
La Casa Blanca restó importancia al conflicto en aquel momento. Cuando la consultaron al respecto en ese entonces, Leavitt dijo: “Los hombres son como chicos”. A finales de ese mes, Musk recibió información de los efectos de los aranceles y de las vulnerabilidades de la cadena de suministro de la empresa.
Las amenazas de Musk sobre derrocar a los republicanos contrastan con su gasto político del año pasado. Su supercomité de acción política, America PAC, gastó unos 20 millones de dólares en el último ciclo electoral para apoyar a los republicanos que se presentaban a la Cámara de Representantes. Y otro supercomité que él respaldó gastó 10 millones de dólares para ayudar a los republicanos en el Senado.
Algunos demócratas celebraron las críticas de Musk. El senador Chuck Schumer por Nueva York, líder de la minoría, llevó una copia impresa de las publicaciones de X de Musk a la conferencia de prensa semanal del partido el martes.
“Tiene razón”, dijo Schumer. “Los republicanos deberían escucharlo”.
Más temprano el martes, Musk —quien apareció en el escenario de la Conferencia de Acción Política Conservadora en febrero con una motosierra y dijo que sería “fácil” ahorrar miles de millones de dólares al gobierno— compartió un meme en X que incluía una foto de las puntas de los dedos pellizcando unas minúsculas tijeras.
“Los republicanos se preparan para reducir el tamaño del gobierno”, decía el pie de foto.