El gobierno chino dijo este jueves que aprobó un “cierto número” de licencias de exportación de tierras raras, uno de los aspectos clave del entendimiento entre ambas potencias.
China confirmó este jueves el nuevo acuerdo comercial alcanzado con Estados Unidos, y aseguró que ahora “ambas partes deben respetarlo”.
El vocero del Ministerio de Comercio, He Yadong, subrayó que los dos países “mantendrán la comunicación y el diálogo” para “reducir malentendidos” y “promover un desarrollo estable y duradero” de las relaciones económicas bilaterales tras la ronda de negociaciones en Londres.
“China siempre ha cumplido su palabra y ha obtenido resultados concretos”, afirmó Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del gigante asiático, durante una conferencia de prensa. “Una vez alcanzado el consenso, ambas partes deben respetarlo”.
El acuerdo representa una tregua en la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo, que desató Donald Trump a principios de abril. Tras una llamada entre el presidente republicano y su par chino, Xi Jinping, se destrabaron las negociaciones en Londres.
“Nuestro acuerdo con China está cerrado, sujeto únicamente a la aprobación final entre el presidente Xi y yo”, anunció Trump el miércoles, y añadió que la relación entre ambos países es “excelente”.
Según la versión ofrecida por Trump, el pacto acordado incluye un arancel estadounidense del 55 % a productos chinos y otro del 10 % a los bienes del país norteamericano por parte de Beijing, cifras hasta ahora no confirmadas por ninguna autoridad china.
Por la escala en la guerra comercial, Washington había fijado sus gravámenes en 145% y Beijing en 125%. Desde la Casa Blanca explicaron que el nuevo nivel arancelario, 55%, surge de la suma de un arancel base de 10% que EEUU impone a casi todos sus socios comerciales, 20% adicional por la falta de acciones de China frente al tráfico de fentanilo, y 25% de aranceles vigentes sobre bienes importados desde China desde el primer mandato de Trump.
El anuncio de Trump aludió también al desbloqueo de exportaciones de imanes y tierras raras por parte de China, un sector clave en el que el gobierno chino impuso restricciones en abril en medio de la guerra comercial.
Las tierras raras son esenciales para productos como los vehículos eléctricos, los discos duros o el equipamiento en defensa nacional. Por eso, Estados Unidos busca garantizarse el suministro de China, que controla la mayor parte de la extracción mundial de tierras raras.
Este jueves, China anunció haber aprobado un “cierto número” de licencias para exportar tierras raras, sin dar una cifra concreta.
“China, como gran país responsable, tiene plenamente en cuenta las necesidades y preocupaciones legítimas de todos los países” relacionadas con las tierras raras, indicó el portavoz el ministerio de Comercio, He Yadong.
A cambio, Trump dijo que Estados Unidos proporcionará a China ”lo que se acordó“, incluyendo permitir que estudiantes chinos asistan a universidades y colegios estadounidenses.
A pesar del anuncio, los detalles del acuerdo aún no fueron plenamente definidos, por lo que los mercados siguen con atención los próximos pasos de ambos gobiernos.