Boca volvió al triunfo ante Barracas Central y respira en medio de la transición.

El Xeneize se impuso 3-1 a Barracas Central y sumó tres puntos claves. Más allá del resultado, el partido dejó en evidencia la influencia de Leandro Paredes, el crecimiento de Delgado y Ceballos, y las primeras decisiones de liderazgo del técnico Claudio Úbeda.

El análisis del triunfo de Boca bajo la lupa de Cueste lo que cueste

Aun con un jugador más tras la expulsión de un rival, Boca se encontró en desventaja y le costó romper el bloque defensivo que Barracas armó con cinco defensores y tres volantes. En ese tramo, Leandro Paredes, que jugó más adelantado de lo habitual, asumió el rol de conductor, aunque su influencia terminó restando participación a otros mediocampistas como Palacios o Delgado.

El cambio de ritmo llegó en el complemento, cuando el ingreso de Ander Herrera y la conexión entre Paredes y Milton Delgado comenzaron a darle fluidez al juego. Delgado, de gran presente tras su paso por el Mundial Sub-20, fue una de las figuras, aportando precisión y movilidad en la mitad de la cancha.

Sin embargo, el gran revulsivo fue Exequiel “Changuito” Ceballos. El extremo, que había mostrado destellos ante Atlético Tucumán, volvió a ser determinante: encaró, desequilibró y fue clave en la jugada del segundo gol, que definió Menenti. Su gambeta y atrevimiento rompieron la monotonía ofensiva del primer tiempo y le dieron a Boca una vía directa hacia el triunfo.

El análisis posterior también incluyó la gestión del técnico Claudio Úbeda. Más allá de los aciertos tácticos, el entrenador mostró mesura en la toma de decisiones: prefirió realizar los cambios en el entretiempo, evitando exponer jugadores durante el primer tiempo y preservando la armonía interna de un plantel complejo. Su desafío, ahora, será consolidar autoridad y sostener resultados en un grupo que cuenta con figuras de peso y jóvenes en crecimiento.