Darío Menna recibió a Franco, el niño prodigio de Río Turbio que inspira a toda la provincia

Franco aprendió a leer solo cuando tenía 2 años. Desde muy chico mostró una curiosidad inagotable, una forma distinta de mirar el mundo. Su mamá lo supo desde el primer momento: Franco era especial. Pero no fue fácil. Durante años, peleó para que el sistema educativo entendiera que su hijo tenía altas capacidades, que necesitaba otro tipo de acompañamiento. Y como tantas madres luchadoras, nunca bajó los brazos.

Hoy, ese esfuerzo da frutos. Y Franco ya camina por los pasillos de la secundaria como cualquier otro alumno, pero con una historia a cuestas que inspira.

El intendente Darío Menna lo recibió en su despacho. Compartieron una charla distendida, de esas que se dan entre dos personas curiosas, apasionadas por aprender. Darío escuchó con atención, se interesó por su historia, y lo felicitó con calidez. No fue un acto formal, fue un abrazo simbólico de toda una comunidad que le dice a Franco: “Te vemos, te admiramos y te acompañamos”.

Ese gesto, simple pero profundo, dice mucho. Habla de un intendente que no está encerrado en una oficina, sino atento a lo que pasa en cada rincón de Río Turbio. Que valora a quienes se esfuerzan, a quienes rompen moldes, a quienes demuestran que el futuro puede empezar antes si hay contención y oportunidades.

Franco es más que un niño con un coeficiente intelectual superior. Es la prueba viva de que cuando una familia lucha, cuando la comunidad apoya y cuando el Estado acompaña, los sueños se vuelven realidad.

La historia de Franco también interpela al sistema educativo. Pone sobre la mesa la necesidad de contar con políticas públicas que contemplen a estudiantes con altas capacidades intelectuales, ofreciendo respuestas pedagógicas acordes y evitando que el talento se transforme en frustración por falta de estímulo. En ese sentido, el encuentro entre el niño y el intendente puede ser el primer paso para instalar esta agenda en la discusión local y provincial.

“Franco es un ejemplo de esfuerzo, talento y superación para toda la provincia”, sostuvo el intendente. La frase no es casual. En ella resuenan principios claves de una gestión que ha apostado por la contención de niñas, niños y jóvenes, por el fortalecimiento del sistema educativo local y por una mirada integral del desarrollo humano.

Hoy Río Turbio se emociona con su historia. Porque en medio de tantos desafíos, aparece Franco con su mochila llena de libros y nos recuerda algo simple pero poderoso: que el talento no tiene edad, y que un pueblo que abraza a sus niños es un pueblo que tiene futuro.