El asesino de Melina Briz quedó libre y la familia no apelará: “Llevamos 13 años de desgaste continuo”

La joven de 18 años fue asesinada en 2012 por su novio, Ariel Troncoso. Como la figura del femicidio no existía en ese momento, evitó la perpetua. Ahora, la Justicia avaló la libertad asistida. La desilusión de los parientes de la víctima.

Ariel Troncoso, el hombre que en 2015 fue condenado a 18 años de prisión por asesinar a su novia Melina Briz en la ciudad de Balcarceobtuvo la libertad asistida y ya no volverá a la cárcel.

La resolución del Tribunal de Casación que se conoció en las últimas horas dejó sin efecto la revocatoria previa y mantuvo la medida dispuesta por el Juzgado de Ejecución Penal N°2, pero además marcó un punto de quiebre para la familia de la víctima.

“No vamos a seguir. Solo quedaría apelar a la Suprema Corte de Justicia pero no lo vamos a hacer”, afirmó a TN Silvana Briz, la hermana de Melina. Y explicó: “Realmente, llevamos 13 años de lucha en una causa que fue totalmente injusta y manipulada desde el principio”.

La resignación de la familia no es caprichosa. Se empezó a construir cuando Troncoso evitó la prisión perpetua debido a que el crimen de Melina ocurrió antes de la Ley de Femicidio. Para la familia, ese fue su primer beneficio. Lamentablemente, no fue el único.

“Para los jueces los únicos derechos que valen son los de los asesinos. No piensan en la víctima ni en la familia. No piensan en el asesinato aberrante que cometió (Troncoso)”, subrayó Silvana.

En este sentido, la hermana de la adolescente asesinada en 2012, señaló: “Nada nos da a entender que pueda existir una posibilidad de que las cosas vuelvan a su lugar y alguien pueda poner un coto de cordura a esta situación”.

“Ya que la Justicia no nos acompaña, creemos que es momento de dejar todo acá. Mi papá lleva 13 años de desgaste continuo detrás de esta situación”, completó.

La polémica resolución llegó poco más de dos meses después de que la Sala III de la Cámara de Apelación y Garantías revocara la libertad asistida de Troncoso.

Sin embargo, los jueces Daniel Carral y Ricardo Maidana consideraron que el condenado cumplió con las condiciones impuestas y que “confirmar el decisorio que revoca su concesión implicaría un grave retroceso en el proceso de integración social”.

Una historia que empezó en secreto y terminó en horror

Melina Briz y Ariel Troncoso se conocieron cuando él trabajaba como pintor en la casa de un conocido y, con el tiempo, su amistad se transformó en algo más. Sin embargo, la joven, que en aquel momento tenía 18 años, mantuvo en secreto la relación por miedo a que su entorno cuestionara la diferencia de edad (él era 22 años mayor que ella).

La historia de amor dio un vuelco cuando Melina se dio cuenta de que esa relación no tenía futuro y decidió dejarlo. Troncoso no solo no aceptó la ruptura, sino que se mudó cerca de su casa para seguirla de cerca.

El 10 de febrero de 2012 el femicida le propuso encontrarse para hablar y ella terminó accediendo, pero a su familia le dijo que iba a encontrarse con unos amigos. A las 16.30, ambos salieron en el auto de él, pero Melina nunca regresó.

Tras la denuncia por la desaparición, pasaron 96 horas hasta que encontraron el cuerpo de la adolescente al costado de la ruta 55, en un camino de Mechongué.

Estaba desnudo, cubierto con cal y ramas, y presentaba signos de estrangulamiento y cortes en las muñecas.

Ya era el 14 de febrero, el Día de los Enamorados.

“Me volví loco”

La Policía Comunal de Balcarce y la Sub DDI iniciaron una investigación que rápidamente apuntó a Troncoso, la última persona que había estado con Melina.

En su primera declaración, el asesino aseguró que había dejado a Melina el viernes por la tarde cerca de la casa de su hermana y que después se había ido a jugar al fútbol en Mechongué.

Sin embargo, los investigadores descubrieron que, aunque asistió al partido, no jugó porque, según él, le “dolía la panza”.

Las sospechas aumentaron cuando varios testigos coincidieron en señalar que habían visto nervioso a Troncoso ese día y su situación se terminó de complicar cuando los amigos de la víctima contaron que la joven tenía la intención de terminar su noviazgo con él.

Fue entonces cuando Troncoso se convirtió oficialmente en sospechoso y el fiscal Rodolfo Moure ordenó allanar su departamento y su auto. No encontraron pruebas incriminatorias, pero el homicida ya estaba acorralado y apenas lo llevaron a la comisaría, confesó: “Me mandé una cagada con Melina”.

La perpetua que no fue

En abril de 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 condenó a Troncoso a 18 años de prisión por homicidio agravado por alevosía. Sin embargo, como la figura de femicidio fue incorporada al Código Penal en diciembre de 2012, y la ley no es retroactiva, no recibió la pena máxima.

Su pena se agotaba en octubre de 2030.