La victoria de Boca sobre River fue una amplificación de lo bueno y de lo malo en la actualidad de ambos. La Bombonera deliró con un triunfo que dejó al Xeneize en Copa Libertadores, y al Millonario comprometiendo seriamente su año internacional.
Boca Juniors se impuso por 2-0 ante River Plate en La Bombonera y se quedó con un Superclásico que fue una continuidad en la realidad de ambos.
El equipo de Claudio Úbeda ratificó su buen momento, ese que empezó hace poco, con confianza y autoestima. Boca volvió a tener en Exequiel Zeballos el motor de su revolución: el Changuito juega, hace jugar e incluso también marca goles.
Boca logró clasificarse a la Copa Libertadores 2026 y volverá a la Fase de Grupos del torneo tras un par de años de ausencia. Líder en su zona, el Xeneize se acerca a su mejor momento del año en plena etapa de definiciones.
Por su parte, River Plate ratificó ser un equipo con mandíbula de cristal, con escaso poder de reacción y un funcionamiento que no le cierra a nadie. La renovación de Marcelo Gallardo no fue golpe de efecto para que el Millonario maquille sus problemas.
River se marchó de la Bombonera con un serio compromiso de no jugar su primer y máximo objetivo, la Copa Libertadores de América. El equipo de Gallardo perdió terreno en la Tabla Anual y se aleja del principal torneo internacional.